“Escribir este libro es nuestra forma de llorar, de repartir el dolor, de democratizarlo y de resistirnos al olvido”, dice el autor en la introducción, encarnando la voz de esos seres humanos que vivieron de cerca la tragedia de la guerra. Dice también, “el fin de semana negro ocurrió y no es solo una lista”; podría decir que no solo ocurrió ese fin de semana, sino que en esta narración puede darse cuenta de muchas tragedias vividas a lo largo de este conflicto armado, y son muchas las vidas que se hacen voz en este gran texto. Es sorprendente que solo diez relatos o historias de vida y un epílogo, sobre un mismo territorio y sobre un fin de semana, logren construir un universo tan comprensivo y conmovedor como este que logra Juan Camilo Gallego, a través de testimonios veraces y directos que nos permiten ver y sentir los dolores pero también la riqueza de esas personas que se juegan la vida por la subsistencia, por sus seres queridos, por llegar a ser alguien; seres buenos que no merecen haber sido señalados por sus mismos congéneres para ser eliminados. Aquí está Colombia retratada, en su dimensión humana más profunda, la de sus grandes sueños y la del inmenso dolor.
Juan Camilo, en un estilo novedoso, polifónico en el más estricto sentido de la palabra, honra el lenguaje de cada uno de los protagonistas y la manera de nombrar lo que vivió; se adentra en una investigación seria, comprometida y atrevida, que nos recuerda a los grandes maestros de la investigación periodística de la historia contemporánea, de modo poético y para poner a nuestro alcance esa realidad que no hemos querido o no hemos podido ver, y ayudarnos así a hacernos conscientes de las injusticias de la guerra, de los alcances de la bondad y la maldad, por lo tanto, de lo que debemos interpelar en nuestra existencia y en esa forma en la que nos habituamos a coexistir. Más textos como estos nos harían mejores seres humanos.
Lucía González Duque
Comisionada
Comisión de la Verdad – Colombia
Contenido
No es solo una lista
Epílogo