Las organizaciones indígenas colombianas se configuran a lo largo de los últimos treinta años, como uno de los actores sociales más activos y con mayores perspectivas de crecimiento. Este fenómeno constituye un hecho de enorme importancia, ante las enormes limitaciones para la consolidación de actores colectivos, que ha marcado negativamente el desarrollo de los movimientos sociales en Colombia.
El periodo que va de 1990 a 2002, fue definido para el acceso a los espacios de representación de las expresiones políticas de las organizaciones indígenas colombianas, esta experiencia, una de las más ricas en el continente, es un caso ejemplar que permite analizar cómo, pese a sus limitaciones, la democracia colombiana ha sido capaz de incorporar nuevos actores y contener el desbordamiento del sistema político. Las organizaciones indígenas han mostrado, por su parte, la potencialidad de la combinación entre afirmación cultural, movilización social y democratización.
CONTENIDO
1. LAS PREMISAS DE LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA
2. MOVIMIENTOS INDÍGENAS, CANDIDATOS Y ELECCIONES
3. LA EXPERIENCIA DE LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA
4. EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL INDÍGENA: BALANCE DE UN ESFUERZO INCONCLUSO, por Miguel Borja y Ricardo Peñaranda
Conclusiones
Bibliografía