Con este volumen III se concluye la presente «Política de la Liberación». En el volumen I (2007) se trata el tema desde una historia mundial no eurocéntrica de la política. En el volumen II (2009) nos hemos ocupado de lo que ahora llamaremos la primera constelación de todo sistema político y de los tres niveles que la constituyen (las prácticas políticas, las instituciones mínimas y necesarias y los principios), donde se describen las categorías mínimas y necesarias, que son las que componen la totalidad vigente de la que se parte siempre en el tratamiento sistemático de la política. El volumen III expone las «constelaciones» segunda (Segunda Parte, negativa, capítulo 4, § 29 a § 35) y tercera (Tercera Parte, positiva, capítulos 5 y 6, § 36 a § 44) de la «Política de la Liberación». Este tercer volumen se inicia con un Prólogo que describe un nuevo tema: la diacronía inevitable de la política, o los tres tiempos dialécticamente (analógicamente) evolutivos de todo sistema político, que con Walter Benjamin denominamos «constelaciones» y que pueden durar siglos. En la Segunda Parte (la segunda constelación, negativa) se expone la inevitable deconstrucción de la primera constelación (es decir, se niega la pretensión de justicia de lo descrito en la Primera Parte, todo el volumen II). Esta Parte es para unos (sobre todo, en el siglo XX) el momento revolucionario abrupto, instantáneo; mientras que para otros es una lenta transformación también de la subjetividad de la cultura política del pueblo, que es el actor de la no aceptación de un sistema dominador (que, sin embargo, es la descripción normal de la política como tal para Max Weber). En la Tercera Parte se describe la praxis de la hiperpotencia desde el estado de rebelión del pueblo que emerge como actor de la creación del nuevo sistema (la tercera constelación), obra del resto del pueblo (los movimientos sociales) que resistió a la opresión