Una historia ilustrada delicada, romántica y ligera, que enamora. Un texto tierno y poético, que se derrite en la boca. Uno de los libros más bonitos de este año.
Cuando hace buen tiempo, Adèle sonríe, silba, canta en voz alta, abre las ventanas de par en par e incluso deja la puerta abierta. Pero apenas empiezan a caer unas pocas gotas, Adèle se encierra en casa. No encuentra fuerzas para hacer nada, pierde todo su entusiasmo. La lluvia es gris, fría y triste. Entonces podrás decir todo lo que quieras, discutir tanto como puedas, no hay nada que hacer. Adèle no pondrá un pie fuera…