
Pensar en las memorias de nuestra familia es un momento que nos llega a todos, aun cuando no sean relatos de estirpes linajudas ni se diluyan en la historia inmemorial de algún pueblo. Entre nosotros ha habido tantos movimientos, tantos rompimientos, tanta individuación que nuestra trayectoria ya no se confunde con las de nuestros vecinos. Por eso los plebeyos pensamos mas en ellas. Habrá quien diga que esta dislocación no tiene nada de nuevo; finalmente, el pueblo Israel deambulo durante cuarenta años antes de entrar a la Tierra Prometida. Cierto, pero Israel deambuló como pueblo. Los mexicas también salieron unidos de Chicomóstoc, y cuanto arribaron a Tenochtitlan, llegaron todos juntos. Las perenigraciones actuales se parecen mas a las de Odiseo: empiezan con un naufragio, y procuran luego la reunión.
Con su erudición antropológica y su pluma ágil características, Claudio Lomnitz nos convida a hacer un viaje con sus abuelos al Imperio ruso y al austrohúngaro, la URSS y Rumania, Perú y Colombia, Alemania, Israel, los Estados Unidos, Chile y México. Su historia es un testimonio fugaz del pasado de estos lugares, que revela las naciones como zonas de peligro, y también como paisajes de utopía.
Sumario
Introducción. La lengua del paraíso
PRIMERA PARTE
Ciudadanos del mundo
SEGUNDA PARTE
La debacle
TERCERA PARTE
El refugio colombiano
CUARTA PARTE
Liberación nacional
QUINTA PARTE
La infancia como logro
Final
Agradecimientos
Índice