Si los hombres se pusieran por un segundo en los zapatos de las mujeres quizás entenderían de qué se trata el feminismo.
El 3 de marzo de 2020 la periodista y tuitera Ana María Mesa escribió en su Twitter el siguiente texto:
“Por promiscuos
Por no usar condón
Por no hacerse la vasectomía
Por tirar con cualquiera
Por no impedir su erección
Por tener necesidades incontrolables
Por ser incapaces de pensar
Por no saber controlarse
Por acosadores
Por violadores
Ojalá lo tipos se embarazaran”.
Desde ese momento, la idea de poner a los hombres en el lugar de las mujeres se volvió viral. Miles de mujeres y algunos cientos de hombres comenzaron a participar de un ejercicio que, más allá de la anécdota, nos propuso un poderoso acto de imaginación moral en tiempos de feminismo. ¿Cómo sería un mundo en el que los hombres tuvieran que ser sometidos a que los infantilizaran, agredieran, violaran, maltrataran o menospreciaran? ¿Cómo es el mundo de las mujeres profesionales a las que llaman “niñas” algunos colegas? ¿Qué pasaría si no normalizáramos las actitudes con las que crecimos e imagináramos por un momento que somos otra? Este libro, pensado, escrito y recopilado por Ana Mesa y dibujado con gran belleza por María José Guzmán tiene un inmenso valor: el de intentar ponernos en un lugar distinto al que estamos acostumbrados y hacernos ver frente a un espejo que nos deforma por nuestros prejuicios.
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