Los filibusteros surgieron de las ilimitadas posibilidades que ofrecía América para el ejercicio de la libertad. En un principio, refugiados en la isla de la Tortuga -muy cerca de las costas de la actual Santo Domingo-, se dedicaron a la caza de animales, y a la conservación de sus carnes, que vendían a los buques de paso, recibiendo así el nombre de bucaneros. Más tarde, se lanzaron a los caminos del mal a interceptar la incesante corriente de riquezas que iba y venía desde las colonias americanas hasta sus metrópolis europeas. Así llegaron a constituir una singular comunidad que no reconocía otra imposición más que la del arrojo, ni otra autoridad más que la de una destacada pericia, siempre supeditada a la comprobación de su eficacia. Estos anarquistas sin patria ni ley medraron a las sombras de las discordias europeas y se corrompieron paulatinamente, hasta su extinción final, a medida que se fue imponiendo en el Nuevo Mundo el orden y el equilibro de poderes establecidos en Europa.
En esta obra Jacques y Francois Gall convierten en historia aquellas leyendas tejidas con las hazañas de los salteadores de mar. Así sin que las acciones de los filibusteros pierdan el encanto con que las visito la fantasía, el libro descubre al lector que, a los ojos de la sensibilidad, la realidad puede ser tan seductora como la invención.
ÍNDICE
Advertencia
Prólogo
Bibliografía