Estos textos son prueba feaciente de los muchos y profundos saberes médicos y filosóficos que reúne el autor y de la excelente exposición de los temas en un castellano de notable claridad y presición. Pero sí quisiperamos decir que su autor pertenece, por méritos propios, a la serie de médicos humanistas que sin interrupción ha tenido España, entre los que caba destacar en nuestro siglo a Santiago Ramón y Cajal, a Gregorio Marañón y a Pedro Laín Entralgo, de quien Diego Gracia es discípulo y sucesor en la catédra de Historia de la Medicina, en la Universidad Complutense de Madrid.
Es considerado por muchos como 'el bioeticista más importante del mundo iberoamericano'. Su abundante producción intelectual, su Magisterio a través del Máster de la Universidad Complutense de Madrid, el que organizó la Oficina de la OPS/OMS en Latinoamérica (itinerante) y su presencia en múltiplos de foros, congresos y conferencias, corroboran la importancia de su figura.