Stéphane Hessel entrevistado por Nicolas Truong. Deportado ya entrado en años a los campos de Buchenwald, Rottleberode y Dora, Stéphane Hessel fue antiguo alumno de la Escuela Normale Superior enamorado de la poesía, capaz de recitar entero “El barco ebrio” de Rimbaud o “El Orfeo” de Rilke.
Contrario al filósofo alemán Theodor W. Adorno, Stéphane Hessel consideró que era posible escribir poesía después de Auschwitz. De esta manera Hessel afirma que la poesía se escribió a sí misma.
En efecto, para él la poesía hacía las veces de la filosofía. Ese arte de la brevedad era, según él, pensamiento encarnado; los fragmentos aprendidos de memoria moldeaban su espíritu, es decir su cuerpo. Espíritu y cuerpo, dos entidades habitualmente separadas, estaban unidas en el monismo que caracterizó su pensamiento.
Luchador infatigable, Hessel se permitió incluso tener esperanza en una humanidad nueva.
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