Es un breve tratado destinado a cumplir un fin muy concreto: enseñarnos a vivir bien. Mediante párrafos cortos y un lenguaje muy cercano, Marco Aurelio lo escribió para sí mismo, y es uno de los mejores manuales de ética que nos ha dado la historia.
Para el autor, y los estoicos, el ser humano no es libre, sino que la vida está determinada por su destino.
Nos haba de la ataraxia, la filosofía de la tranquilidad. Al aceptar las cosas que suceden como parte del destino, dejamos de lado las preocupaciones. La vida es demasiado corta para estarnos quejando, por eso tenemos que enfocarnos en el presente, el pasado ya pasó y el futuro no ha llegado.
El único dolor que sufres es el que tú te causas. Tuvo que lidiar con ataques, intentos de asesinato, traiciones y tramas. Vio como ocho de sus hijos y su mujer murieron antes que él, pero aun así persistía con su creencia en que todo pasa por alguna razón. No se puede controlar lo que sucede alrededor, pero sí se puede controlar a uno mismo. El sufrimiento puedes aceptarlo y seguir adelante, o dejar que te afecte. La elección es tuya.
Nos habla de la mentalidad del crecimiento, es hacer todo lo que se pueda y aceptar que es imposible ganar siempre y que debemos aprender de los errores. Todo pasa por alguna razón. Nos resistimos a lo inevitable.
Nos enseña a simplificar nuestra existencia. Las preocupaciones, no nos harán vivir mejor. Escapemos de los placeres y de las opiniones ajenas, no nos importan. Todo está escrito, así algunos no lo crean.
La vida es m uy breve, aprovéchala siendo un hombre de bien. No pierdas e tiempo discutiendo. ¿Para qué? Lo único que importa es lo que nadie pueda quitarte: tu mente. Domínala y ella dominara tus acciones, encaminándote a vivir con sensatez. La paz espiritual la encuentras en una vida sencilla, vivir bien es muy fácil, busca siempre la felicidad en la tranquilidad.
