
Las páginas que comienza a leer no van a sorprenderlo por los hechos atroces que cuentan, ni porque develen a un novel narrador, ni porque propongan interpretaciones atrevidas para el conflicto armado colombiano. Las historias que siguen están ataviadas con la sencillez de la conversación cotidiana, y por eso, y porque son narradas por hombres que han hecho la guerra como parte del Estado, es muy difícil abandonarlas antes de llegar al punto final.
Son testimonios de personas que han sufrido la violencia cuando ellas o alguno de sus familiares cercanos han hecho parte de la Policía o del Ejército de Colombia. La mayoría de los que hablan aquí son hombres de guerra, han sido vencidos en combate, convertidos en prisioneros y regresados a la libertad. No son estas historias de militares que protagonizan fugas de película o son rescatados en operativos militares impecables. Son relatos de uniformados rasos, vencidos por falta de munición en pueblos olvidados, sometidos a prisiones miserables, liberados por negociaciones entre los grupos subversivos y el gobierno nacional, o sobrevivientes de desenlaces atroces.
Contenido
Presentación
Patricia Guerrero
El papá que nunca llego
Francy Ocampo
Mi vida tiene tres años de atraso
Máximo Quiroz
Un día normal
Pedro José Guarnizo
“Madre, aquí no lloran los hombres, aquí chillan”
José Abelardo Flórez
Mi “Amigo” El guerrillero
Ricardo Días Monterrosa
La explosión de una pipeta “me salvó la vida”
Mario Bustamante Hernández
Cuatro mil novecientos dos días
César Augusto Lasso