Director, montador y teórico cinematográfico soviético.En el Ejército Rojo entró en contacto con el teatro al trabajar como responsable de decorados y como director e intérprete de pequeños espectáculos para la tropa. Su experiencia como director de escena del Teatro Obrero (1920) lo impulsó a estudiar dirección teatral en la escuela estatal, donde desarrolló una personal concepción del arte dramático basada en la yuxtaposición de imágenes de fuerte contenido emocional.
Su primer contacto con el cine fue el rodaje de un pequeño cortometraje incluido en el montaje de la obra teatral El sabio que llevaba por título El diario de Glomov. Empezó a interesarse activamente por el nuevo medio artístico y rodó el largometraje La huelga (1924), con una famosa secuencia en que utilizó la imagen de ganado sacrificado en el matadero intercalada con otra de trabajadores fusilados por soldados zaristas.
Alejado ya del Teatro Obrero, recibió el encargo de rodar una película conmemorativa de la Revolución de 1905 que se convertiría en su obra más célebre: El acorazado Potemkin (1925). Destacó como extraordinario teórico con obras como Teoría y técnica cinematográfica, La forma en el cine, Reflexiones de un cineasta y La realización cinematográfica, amén de muchos artículos y ensayos.