Fue un escritor, crítico literario e intelectual francés. Estudió filosofía en la Universidad de Estrasburgo y trabó amistad con Emmanuel Lévinas. Fue amigo de Bataille, y más tarde de Derrida (quien le dedicó uno de sus últimos libros, Parajes). Han escrito, sobre él, Jean-Paul Sartre y Roland Barthes, además de haber inspirado algunas ideas en Gilles Deleuze y Michel Foucault.
Sus relatos literarios son mucho más abstractos y evasivos: Thomas l'Obscur (1941),L'Arrêt de mort (1948), Aminadab, (1942) y Le Très-Haut (1949), en alguno de los cuales, así el tercero de ellos, se trasparenta el eco de Kafka. Por cierto, que tardíamente, en 1981, reunirá todos los escritos dispersos sobre el escritor checo: De Kafka a Kafka, pues, como dijo, 'lo que Kafka nos da, don que no recibimos, es una suerte de combate de la literatura por la literatura, combate cuya finalidad se nos escapa y que al mismo tiempo es tan familiar como extraño'.
Blanchot se recluyó radicalmente hasta su muerte, si bien escribió sobre mayo del 68 y sobre los acontecimientos de la Francia contemporánea con pasión y equilibrio, logrando la admiración y la amistad de los mejores escritores y ensayistas de la segunda mitad del siglo XX. En Los intelectuales en cuestión, al final de su vida, hizo un balance de muchos acontecimientos de su centuria, y destacó la ambigua y difícil posición de los intelectuales.