Un hombre que dejó a un lado el dinero y todas las comodidades materiales que le brindaba su acaudalada familia, para seguir sus ideales de libre pensador hippie y el periodismo, en el que siempre marchó por la senda de la verdad, la cual nunca abandonó. Fue, sin duda alguna, el comunicador más incorruptible y frentero de los últimos tiempos en Colombia. Sus causas periodisticas las llevó hasta el final, a pesar de las múltiles trabas y amenazas que le impusieron en su camino para callarlo.