Marquesa de Calderón de la Barca, fue una de las más importantes cronistas que retrataron la vida y costumbres de México en el siglo XIX, cuando éste comenzaba a conformarse como país independiente de la metrópolis española.
Nacida en Escocia el 23 de diciembre de 1804, tras la muerte de su padre en 1830 se trasladó con su familia a la ciudad de Boston, Estados Unidos, donde su madre y sus hermanas abrieron un colegio para señoritas. En esta ciudad, una de las más europeas del continente, se vinculó con personajes como George Ticknor, Washington Irving y el historiador William H. Prescott. Este último le presentó al hombre que la ligaría definitivamente a México y a España, el diplomático Ángel Calderón de la Barca, enviado a Estados Unidos por la entonces reina Isabel II de España, y con quien se casaría en 1838. Su matrimonio vinculó estrechamente a Erskine con la sociedad y costumbres españolas. Ella mudó el protestantismo por el catolicismo. La Marquesa Calderón de la Barca fue una mujer con un alto nivel de educación, tocaba el piano, hablaba varios idiomas y dominaba las principales lenguas modernas de su época.