Se trata de una obra que busca iluminar los desafíos del tiempo presente en el campo de la educación emancipadora, en su vínculo de larga duración, abordando la contribución del marxismo y de intelectuales que produjeron y producen el pensamiento crítico latinoamericano. Seguramente por este ángulo nos ofrece, guardadas las especificidades históricas de cada país, la comprensión conjunta del legado del marxismo en nuestro continente, como herramienta teórica y política para desvelar lo que indica la epígrafe de Lefebvre en relación a las clases dominantes latinoamericanas, en sus relaciones de dominación, explotación y de su proyecto de sociedad y de educación. Pero también, nos permite percibir la lucha respecto de las concepciones de ser humano, sociedad, conocimiento y educación de aquellos que buscaron y buscan procesos educativos emancipatorios como base para cambios en las relaciones sociales en nuestro continente. Cambios que, contradictoriamente, deben ser sacados de dentro del orden capitalista, pero en perspectiva superadora.
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Lo que nos aporta este manojo de ensayos sobre la contribución del marxismo a la lucha por procesos de educación emancipadora, es que los desafíos al pensamiento crítico y la lucha política concreta en nuestro continente se encuentran, en el contexto de la crisis estructural y universal del sistema capitalista que se profundiza, con una investidura sin procedentes contra la educación pública. Una investidura que se afirma dentro de la doctrina ultraconservadora del neoliberalismo para la cual no hay sociedad, y sí mercado, no hay derechos universales, pero disputa individual de cada ser humano en las relaciones mercantiles bajo la ideología de la meritocracia. Bajo esta ideología, lo que se afirma es la idea de que no hay lugar para todos, solamente para los más capaces y para los que buscan en su formación las «competencias» requeridas por el mercado, siendo este último como un «Dios» omnipresente y regulador de los destinos humanos.
El desmantelamiento de la educación pública bajo la doctrina neoliberal se efectiviza en diferentes frentes y mecanismos, concomitantemente, mediante la apropiación privada del fondo público de la educación y de contrarreformas que buscan organizar y dirigir la escuela pública por los criterios mercantiles, instaurando propuestas pedagógicas centradas en la competencia entre estudiantes y profesores. La ideología del capital humano, adoptada en nuestro continente en el ciclo de dictaduras, se redefine con nuevas nociones que enmascaran la creciente violencia de las relaciones sociales en los procesos de explotación y de exclusión social de la mayor parte de la población. Nociones como las de «sociedad del conocimiento», «calidad total», «empleabilidad», «pedagogía de las competencias», «emprendedurismo», etc., infestaron las contrarreformas curriculares y los combos de orientación pedagógica producidos por institutos privados.