
El exilio es siempre un lugar desestabilizador, un cambio territorial que ubica al sujeto fuera de las formaciones tradicionales consolidadas por la cultura, la política o la nación. Por eso mismo, quien se exilia participa de un atributo inestable que es así mismo su don y su karma. Con su mirada extraña y libre de prejuicios, desequilibra las estructuras funcionales del nuevo territorio; sospechoso y advenedizo es interrogado por una comunidad que no termina de aceptarlo. Articulando estas dos modalidades, Juan Rodolfo Wilcock (1919-1978) decidió para su exilio una extraterritorialidad que hizo de su literatura una obra excéntrica. Escrita en español y en italiano, entre Buenos Aires y Roma, a contracorriente de los modelos consagrados del boom de la literatura latinoamericana e interpretado originalmente la revolución vanguardista, sus ficciones siguen a la deriva de las marcas constituyentes del campo cultural. Este libro analiza los cortes y las continuidades que acompañan el devenir de la escritura de Juan Rodolfo Wilcock, las afiliaciones con la revista Sur, Borges y Silvina Ocampo, la confrontación con el peronismo, la exploración gozosa de la cultura popular, la temprana conciencia del caos y la experimentación con ciertas formas de la repulsión que desacomodan el canon estético. Así, ligando las desvergüenzas del cinismo a la crisis de la representación y de todos los sistemas políticos, Wilcock nos habla de aquellos placeres que esquivan la moral, de las barreras sociales que transgreden el populismo y de la violencia que el Estado ejerce contra toda forma de vida que se le resiste.
ÍNDICE
Introducción
Capítulo I
El comienzo: poesía y crítica den las revistas literarias argentinas
Capítulo 2
Wilcock frente al peronismo: del caos social a la comunidad negada
Capítulo 3
La encantadora (in) comunidad del asco
Epílogo
Bibliografía