
En esta obra, Andreas, soldado alemán que viaja en tren hacia el frente oriental polaco, como muchos otros jóvenes al final de la segunda Guerra Mundial, experimenta una suerte de trance durante el recorrido y, de manera repentina, intuye que su siguiente destino lo llevará a un desenlace funesto. Víctima de enorme desasosiego, recurre a Dios como cualquier hombre temeroso ante lo desconocido. Sin embargo, descubre que las plegarias no son suficientes cuando el tiempo se agota. Esta novela de Heinrich Boll, que se publica por primera vez en Latinoamérica, proyecta el miedo cotidiano que experimentaron miles de soldados en la guerra, y expone la desesperación por continuar viviendo cuando la muerte espera puntual en la siguiente estación.