La envidia. Pasión triste

El 'mordisco' de la envidia, como lo llama Francesco Alberoni en Los envidiosos, ese espasmo doloroso que a nuestro pesar nos atenaza, a la vista de alguien que tiene lo que nosotros no tenemos y que deseamos, es producto del vértigo de la carencia, de la pérdida: la belleza de la amiga que colecciona conquistas, la casa lujosa del vecino, la mayor popularidad del propio alumno, la promoción profesional de un colega, la riqueza de un pariente, se convierten en ataques dirigidos a nuestro propio ser, de los cuales, aunque solo sea por un instante, percibimos el fallo, la derrota, la caída. Es decir, lo que pasa es que alguien interrumpe nuestro deseo de expansión, de autoafirmación, de sobresalir, un deseo infinito, ontológicamente ilimitado, que de pronto choca con un límite insalvable, arrojándonos al abismo de nuestra impotencia.

ÍNDICE

1. La pasión triste

1. Miradas maliciosas
2. En comparación
3. Contra sí mismos
4. “Ressentiment”
5. La envidia pasa a la acción

2. Sabiduría griega

1. “Phthonos”
2. La envidia de los dioses
3. Poner freno a la “hybris”

3. Pecados medievales

1. Por obra del diablo
2. Segunda de siete: la envidia, pasión social
3. Vicio sin placer

4. Pasiones modernas, patologías democráticas

1. El yo débil y competitivo
2. Capitalismo triunfante: el “horno oeconomicus”
3. La riqueza y el prestigio
4. Los riesgos de la igualdad
5. Envidia y justicia

5. Envidiar o ser envidiados

1. ¿Quiénes son los envidiados?
2. Miedo y deseo de la envidia de otros
3. Las mujeres, ¿envidiosas o envidiadas?
4. La envidia entre mujeres

6. Ambivalencias postmodernas

1. En un mundo líquido
2. Pasiones tristes
3. Pasiones violentas

7. ¿Un mundo sin envidia?

1. Combatir las pasiones con las pasiones
2. Amor y emulación
3. La estrategia de la autenticidad

Nota bibliográfica

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