El descrédito internacional que ha sufrido el proceso de paz Israel o-Palestino, y los signos de violencia que ocasional y progresivamente lo han caracterizado, desde la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993, eran previsibles.
Said lo ha demostrado al analizar y denunciar, desde el principio, la mendaz y pre potente actitud de Israel, el papel de EEUU y el inconcebible descuido de los actuales dirigentes palestinos en los derechos fundamentales de su pueblo.
La incapacidad y/o deshonestidad de los medios de comunicación internacionales han tenido mucho que ver, en la falaz imagen presentada del proceso. La ocupación y los principales problemas creados por ella persisten, aunque en parte de Cisjordania y Gaza se haya asentado una Autoridad Palestina hasta ahora autocrática y despótica.
Las obras de Said fueron prohibidas por la Autoridad Palestina en el verano de 1996.
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