
En familia, psicoanálisis y sociedad, César Merea elabora una concepción del psiquismo que tiene como punto de partida la articulación de la teoría psicoanalítica con la teoría social. La mirada interdisciplinaria permite llevar adelante un análisis en el cual el sujeto, las parejas, la familia, la sociedad y la cultura se muestran como términos imbricados que se determinan mutuamente. El psiquismo no aparece, por tanto, confinado al interior del individuo, sino que se extiende hacia el plano intersubjetivo, es decir, al mundo de la relación con los semejantes y con el orden material.