
La escritura de un prólogo es un reto académico, social y afectivo, en el que debiera primar la sinceridad y el espíritu magisterial colaborativo, más que cualquier criterio de autoridad o de valoración injustificada. En este caso del libro Estrategias Pedagógicas y Didácticas para la clase de Lengua castellana, me resulta más difícil tener las palabras adecuadas para reconocer el aporte a la discusión de la enseñanza del lenguaje, por tan serios e inquietos pensadores, quienes ahora examinan las producciones discursivas académicas de estudiantes de la Universidad del Tolima, en los trabajos de grado realizados bajo el mismo tema de las prácticas pedagógicas. Por las conclusiones presentadas de los investigadores en el libro, la más preocupante situación de la enseñanza del lenguaje es la muestra que los esfuerzos del cumplimiento de las indagaciones y elaboraciones de los trabajos de grado se orientan a discutir las estrategias de los profesores y al desarrollo de habilidades en los estudiantes, disminuyendo la discusión de las concepciones teóricas, y así, la claridad del objeto o proceso que se requiere enseñar, en este caso, el lenguaje. Es un mal generalizado en el país de insistir en el cómo, sin entender el qué. En las Facultades de Educación y en los programas de licenciaturas en Lengua Castellana se ha disminuido el interés por hacer trabajos de grado o investigaciones de los profesores en las teorías del lenguaje, de la comunicación y de los discursos. Las diferentes trayectorias académicas de los autores de la investigación y del libro constituyen una riqueza conceptual, de puntos de vista, inquietudes y reflexiones teóricas y metodológicas, las cuales de seguro tendrán que calar hondamente en los procesos de los profesores de lenguaje y literatura.
Luis Alfonso Ramírez Peña,
Instituto Caro y Cuervo