
Esta obra clásica aborda los principios esenciales del proceso penal de modo universal, con base en el derecho constitucional y en la razón.
El procedimiento penal es el mejor instrumento para la actuación del derecho penal, atento a que debe velar por los derechos del acusado y las facultades de los acusadores.
El autor marca las diferencias entre los sistemas acusatorio e inquisitivo, y esgrime cuáles son las razones políticas que pueden llevar a elegir una u otra forma de repartir poder.
CONTENIDO
I. PRÓLOGO
II. LA APLICACIÓN DEL PROCESO PENAL
III. LOS LLAMADOS SISTEMAS ACUSATORIO E INQUISITIVO
IV. LA ACOMODACIÓN DEL PROCESO AL DERECHO MATERIAL APLICADO
V. LAS DIFERENCIAS EXTERIORES
VI. UN INCISO: EL LLAMADO PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD
VII. LOS PRINCIPIOS ATINENTES AL TITULAR DE LA JURISDICCIÓN
VIII. LOS PRINCIPIOS RELATIVOS A LA ACCIÓN
IX. EL OBJETO DEL PROCESO PENAL
X. LOS PRINCIPIOS DE LA ACTUACIÓN DE LAS PARTES
XI. LOS PRINCIPIOS SOBRE LA PRUEBA
XII. EL DERECHO AL RECURSO
XIII. CONCLUSIÓN CRÍTICA