¿Hacia dónde va la ciencia política?

Dar cuenta de la historia disciplinar no debe entenderse como un producto acabado que puede presentar una publicación colectiva sino como un proceso dinámico y reflexivo. Sin asumir una orientación también crítica sólo se logrará legitimar determinado “orden académico” dependiente de un mainstream que intenta homogenizar teórica y metodológicamente a una disciplina fuertemente vinculada cognitivamente con el poder político y muchas veces con estrechos lazos de éste mediante asesorías y participación directa de sus miembros en la toma de decisiones. Esto no debe entenderse como un llamado al aislamiento intelectual sino todo lo contrario, la ciencia política debe comprometerse con las transformaciones socio-políticas que permitan mejores condiciones de vida a los pueblos, la mejora de la calidad institucional y el sostenimiento y profundización de los procesos de democratización.

La necesidad de comenzar a construir esa “nueva etapa” en los estudios sobre la historia disciplinar comienza a tomar forma en algunas nuevas publicaciones. Estas no deben ser entendidas como un producto acabado sino como un proyecto en desarrollo, en continua expansión y bajo la necesidad de construir un diálogo abierto y franco con todas las facetas de la ciencia política como disciplina académica y como práctica profesional. En este camino se encuentra ¿Hacia dónde va la ciencia política? Reflexiones sobre la disciplina en Colombia, donde sus coordinadores Julián Caicedo Ortiz y Julio Cuéllar Argote, se han propuesto profundizar los estudios disciplinares convocando a una serie de colegas que desde hace algunos años han comenzado a trabajar sobre la politología colombiana incorporando nuevos interrogantes y también estableciendo lazos de continuidad con otros trabajos igualmente orientados, lo que demuestra la articulación entre una actitud crítica y la necesidad de contribuir al desarrollo del campo en cuestión.

Pablo Bulcourf