
Debo decir primero que, antes de haberme apasionado por literatura alguna, jugué mi admiración al azar y me la ganó La vorágine. Y espero en este escrito no ser devorado por ella.
Es tal vez por esto que antes y después de Cien años de soledad, La vorágine sea la novela colombiana que más disfruto, la novela en la que más me siento compensado, la que más me produce inquietantes sensaciones, en tanto no le da concesiones al lector y no cae en un realismo ingenuo, a pesar del reflejo de una cruda realidad. Es de nuestras obras literarias con la que más me identifico como lector, porque Rivera sabía muy bien que lo que es demasiado claro, lo que es de fácil resolución, no es interesante. En este sentido, hasta Crónica de una muerte anunciada, no había visto en una novela nuestra tanta complejidad, tanta imaginación y tanta realidad. Porque, como lo han dicho ya muchos (Tablada, García Ramos…), José Eustasio Rivera se nos adelantó a todos. Por tanto, es de todas las novelas clásicas latinoamericanas, una de las más vigentes.
Rodrigo Argüello G.
Introducción de Rodrigo Arguello G
Prólogo
Primera parte
Segunda parte
Tercera parte
Epílogo
Vocabulario