Jaime Garzón fue asesinado hace casi veinte años, pero sigue vivo en la memoria de los colombianos. Su leyenda crece y sus mensajes se mantienen vigentes por la manera tan democrática como criticó y se burló con humor de todos los poderes establecidos. Fue un iconoclasta, un irreverente que no dejó títere con cabeza. Las nuevas generaciones ven en YouTube los videos de las charlas que dio o segmentos de los personajes que representó en Zoociedad y Quac. Este libro lo retrata en toda su complejidad y narra su meteórica carrera de nueve años a la fama. El epílogo da cuenta del estado de la investigación judicial para determinar a los responsables de su crimen, que fue declarado de lesa humanidad.
“No puedo parar de analizar qué se puede hacer con este país”. – Jaime Garzón
“Ese era el verdadero Garzón: un tipo humilde, simpático, una persona que reclamaba lo que su pueblo reclamaba” – Elvia Lucia Dávila
“Me impresionaba su inteligencia natural (…) Nunca caía en lugares comunes. Siempre fue un heterodoxo, un no alineado, un inconforme”. – Beethoven Herrera
“Él no era un imitador; él se robaba el alma de sus imitados (…) Tenía un pedazo de todos los colombianos”. – Francisco Ortiz
“La muerte de Garzón les hizo ver a los colombianos que por primera vez el conflicto armado había tocado algo sagrado y tabú: la risa”. – Antonio Morales
CONTENIDO
Agradecimientos
Nota del autor
Epílogo
Cronología