
En el corazón de Colombia late una tierra bañada por el rio Magdalena, vigilada por la diosa Tulima, que en términos indígenas invoca una divinidad protectora de su territorio; una tierra rodeada por imponentes nevados, donde el verde del paisaje andino se une en el lejano horizonte con el azul profundo del cielo. Una tierra privilegiada por su inigualable diversidad de flora y fauna, que se nutre con el agua de los ríos, quebradas y manantiales. Desde el centro de Colombia surge la tierra firme del Tolima y con ella un mundo natural por conocer.