Cada civilización es sólo la expresión de una forma de consumo de energía, y los combustibles fósiles que sustentan la nuestra pronto comenzara a ser insuficientes. La debacle puede ocurrir en varios niveles: desde el escenario apocalíptico de la desaparición de la especie; el poco menos apocalíptico de la desaparición de la civilización como la conocemos; hasta el de una modificación del orden mundial que a fin de cuentas resulte en una forma de vida social mas racial y, sobre todo, sustentable.
Carlos Amador ofrece un panorama sobre la viabilidad del estado actual de la humanidad como sociedad y como especie. Parte de la tesis de que el hombre está viviendo una “época de oro” y que este hecho ha creado la ilusión de que el progreso humano es infinito, percepción falsa por infundada: nada puede crecer indefinidamente en un mundo finito.
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Epílogo