La autora nos incita desde la introducción a seguirla en sus interrogantes: en nuestro derecho ¿se extinguen las obligaciones por quiebra?, ¿o ellas se perpetúan? Basta leer la primera página de este libro para no despegarse ni un minuto hasta alcanzar las respuestas a tamañas preguntas. Pero antes de dar respuesta a las mismas, la autora eleva la apuesta y se pregunta: si las obligaciones no se extinguen, ¿cuáles son las consecuencias de su subsistencia? ¿Pueden los acreedores perseguir al deudor indefinidamente? A esta altura el lector no puede más que adentrarse junto con la invitación que propone la autora a buscar las respuestas a tamaños interrogantes.