Una de las particularidades de las sociedades latinoamericanas es que la “producción de espacio” no es un privilegio de las clases dominantes sino asimismo una de las cotidianas prácticas sociales de los oprimidos en su resistencia frente a los de arriba. Si hasta hace algunas décadas los de abajo producían espacio de modo casi exclusivo al llegar desde las áreas rurales para asentarse en creación se ha diversificado.
La ciudad de El Alto es probablemente la más amplia y abarcadora creación urbana de los de abajo en nuestro continente. Es la única ciudad india de un millón de habitantes, construida enteramente por los sectores populares y habitada para ellos, de la cual está (auto) excluida la burguesía. Tal vez sea uno de los legados de la lucha aymara de la últimas décadas. Los aymara son un pueblo en movimiento. Desde hace un siglo vienen rechazando el lugar físico y simbólico que ocupan como oprimidos y se han puesto en movimiento buscando algo mejor. Lucharon por la tierra y la escuela; por el territorio y la dignidad como pueblo; se están construyendo en los últimos años como nación sin Estado. Desde esta mirada de larga duración, constituyendo un vasto movimiento social y político de autoafirmación sin haberse institucionalizado como movimiento.
Índice general
Prólogo a la edición colombiana
Los múltiples significados del libro de Zibechi
Introducción
- La cohesión barrial, forma de sobrevivencia
- Comunidades urbanas
- La guerra comunitaria
- La mirada micro
- Comunicación en movimiento
- Juntas vecinales como instituciones
- Movimiento como institución y como mover-se
- Una justicia no estatal
- La idea de poder –Estado entro los aymaras
- Poderes difusos; poderes centralizados
-¿Hacia un Estado multicultural?
- Ambigüedades aymaras
Epílogo
Bibliografía