En la Colombia del siglo XIX, los primeros intentos de industrialización, generaron transformaciones en el paisaje, al impulsar la construcción de nuevas vías de comunicación, fluviales, marítimas y férreas, así como los cables aéreos y las carreteras; de este modo se produjo un cambio técnico, social y cultural en las formas de circulación de personas, materiales, máquinas, mercancías, carros y camiones, lo que contribuyó a la construcción de un país impensado en los siglos anteriores.
La máquina de vapor, uno de los grandes inventos del siglo XVIII, generó y contribuyó al desarrollo de las diversas industrias en el mundo. El ferrocarril, elemento esencial de la industrialización, impulsó el avance de la ingeniería, al plantearse el reto de abrirse paso entre terrenos montañosos y comunicar poblaciones separadas por los ríos. Fue símbolo de progreso, orgullo de las poblaciones que lo vieron nacer; dinamizó el comercio, fortaleció la industria, llegando a formar parte de la vida de los habitantes, que se familiarizaron con el sonido del silbato, con el ruido que producía el enganche de sus vagones y locomotoras, al iniciar o terminar un viaje.
Las locomotoras de vapor, aquellas majestuosas máquinas que movilizaban pasajeros y carga, ingresaron a Colombia procedentes de países como Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Inglaterra y Checoslovaquia. El país tuvo cerca de 640, desde 1869, año en que llega al territorio colombiano la primera locomotora Beyer Peacock, para la construcción del ferrocarril de Bolívar. Las vaporinas fueron desapareciendo paulatinamente, hasta que, en 1988, 59 máquinas que todavía existían en el territorio, fueron declaradas Bienes de Interés Cultural (BIC) de carácter nacional, por sus valores históricos, tecnológicos y documentales.
Para las autoras de esta investigación, se hizo necesario ir tras huellas de esas antiguas locomotoras ubicadas en territorio colombiano; resultado de esa búsqueda fue la ubicación de 49 de ellas en diferentes ciudades. Al día de hoy, es posible localizarlas haciendo parte del espacio público, en museos, entidades educativas, en haciendas particulares, o conformando el Tren Turístico de La Sabana. Algunas de ellas fueron encontradas en estado avanzado de deterioro, esperando ser reconocidas, valoradas, e intervenidas para prestar una función social.
Cada una de estas bellas máquinas constituye un testimonio único e imprescindible para entender su historia, su función y el papel que desempeñó en el gran proyecto ferroviario de la nación colombiana; es portadora de la memoria de las comunidades, de los avances tecnológicos, de las dinámicas comerciales y de la movilización de personas. Es una huella del pasado que debemos explorar para comprender y contribuir a la construcción de nuestra historia industrial.
Esta publicación realiza un acercamiento al estado de las locomotoras de vapor en la Colombia del siglo XXI, verificando su existencia y ubicación, identificando sus características como bien cultural mueble; al mismo tiempo, se propone generar interés y conciencia sobre su importancia, sobre la necesidad de reconocer sus valores y motivar a una reflexión sobre sus características patrimoniales, permanencia y función en la sociedad. Las locomotoras de vapor como referentes del patrimonio industrial, exigen miradas más incluyentes e integradoras que permitan promover un sentido de apropiación y pertenencia, no solamente por parte de las comunidades, sino también por parte de las entidades del Estado, para que de forma conjunta, comunidades y Estado, velen por su recuperación, protección, e integración a los planes, programas y proyectos relacionados con el patrimonio cultural.
CONTENIDO
SIGLAS Y ABREVIATURAS
RECONOCIMEINTOS
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN
ARCHIVOS Y BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS